Estamos en un tiempo de recogimiento.
Quizás se nos adelantó la semana santa, una especial, sin precedentes, donde
todos obligadamente nos vemos forzados a parar y hacer un alto en la vida.
Aprovechemos estos días de aislamiento
obligatorio como una oportunidad para crecer como personas, fortalecer nuestros
vínculos y estrechar los lazos familiares, les propongo que practiquemos las
siguientes recomendaciones;
Fortalezcamos nuestra espiritualidad
haciendo lectura de la biblia todos los días, meditando en un versículo y
orando en familia.
Realicemos los deberes en familia como
cocinar, lavar, doblar la ropa y arreglar el cuarto.
Reunámonos alrededor de nuestros
abuelitos, ellos siempre tienen cuentos e historias de vida que contar.
Juguemos con los niños con títeres,
muñecas y todo tipo de juguetes, aún tenemos un niño por dentro.
Practiquemos juegos de mesa, así el tiempo se va mas rápido.
Ejercitémonos, preparemos unas
rutinas diarias con objetos que tengamos en casa, ya sea para hacerlos de
manera individual o en grupo.
Mantengamos activa nuestra mente con
crucigramas, sudokus, sopas de letra, rompecabezas y adivinanzas.
Desarrollemos nuestra motricidad fina
con manualidades, dibujos, figuras en plastilina o arcilla, si se dispone de
ella.
Escribamos mucho, podemos plasmar lo que
estamos pensando o sintiendo alrededor de lo que nos pasa.
También sé que las cosas se pueden
poner tensas en la convivencia, a veces no estamos acostumbrados a interactuar
con nuestra familia e incluso con
nosotros mismos, sin tener una excusa para evadirnos. Pero no
dejemos que el estrés, la ansiedad, la angustia, la poca paciencia o la falta
de tolerancia nos gane, debemos estar lo más serenos posibles, tratar de tomar
cualquier dificultad que se nos presente con mucha calma. De nuestra actitud
dependerá que estos diecinueve días que vienen sean amenos, que representen un
alto para tomarnos la vida en serio, dándole prioridad a lo que es realmente
importante.
No permitamos que se nos acabe el tiempo y no hayamos dicho o hecho lo que nuestro corazón nos dicte. Especialmente sea propicio para disculparnos y reconciliarnos. Sanemos nuestros corazones y nuestras familias, esas que muchas veces han sido golpeadas por la indiferencia, el maltrato y el desamor. Amémonos más que nunca, expresemos nuestro afecto con amabilidad y buen trato los unos con los otros.
No permitamos que se nos acabe el tiempo y no hayamos dicho o hecho lo que nuestro corazón nos dicte. Especialmente sea propicio para disculparnos y reconciliarnos. Sanemos nuestros corazones y nuestras familias, esas que muchas veces han sido golpeadas por la indiferencia, el maltrato y el desamor. Amémonos más que nunca, expresemos nuestro afecto con amabilidad y buen trato los unos con los otros.
Saquémosle la mejor cara a la
situación, recordemos que todo pasa para bien y si creemos en Dios sabemos que
él tiene el control y habrá permitido estas circunstancias para dejarnos algún
aprendizaje.
Y recordemos, mantengámonos en casa,
evitemos salir a menos que sea absolutamente necesario, cuidémonos y cuidemos a
quienes nos rodean.
Para ustedes de corazón, su
orientadora.
Lucy Inés Mejía Gamarra
Les dejo varios link para desestresar
Sudokus fàciles en lìnea
Dibujos para colorear en lìnea, lo amaras
Manualidades caseras
Rutina de ejercicio en casa
Música para relajar la mente
No hay comentarios.:
Publicar un comentario